Ser



A mí,

que no me pongan rótulos.
Que se dejen
De nombres y apellidos.
De función,
ocupación y profesión.

Que yo soy.
Yo nací...Tan sólo a secas.
Que yo Soy. Así,
sin ton ni son.

Que me dejen volver
al origen del alma.
Donde la nada tiene
su propia melodía.
Donde no estás
siendo y estando,
si tienes compañía.

Donde no cuentas más,
porque el bolsillo
se rompa de alegría.

A mí que no me quieran "ser"
con adjetivos "justos".

Ni soy la inteligente,
ni la tonta,
ni la alegre
o la triste.

Ni soy la divertida,
ni la de hacer el chiste.

Ni soy la esposa fervorosa,
ni la madre hacendosa,
ni la ociosa...

Ni la amante gustosa,
ni ninguna otra cosa.

Que recuerden que "Soy",
de nacimiento.

Que no pregunten más,
el tal...¿Quién eres?,
porque quieran saber
en qué transcurro el tiempo.

Que mi tiempo "Es", también,
y hay que tener al "Es"
algún respeto.

Que se dejen
de tanta coherencia incoherente.
Que de tal progreso
hay tanto retroceso,
que ya no cabe el hambre a los excesos.
Que los peces más gordos
se atragantan
en el tanto tragar,
sin digerir ni masticar,
lo que les falta a otros.

Que las basuras
van reventando excesos
de falta de ternura...Y de tiempo.

Y los pobres
se comen los desechos
de las compras perdidas
sin remedio.

-La compulsiva compra
de las tardes lloradas,
de las hambres anudadas,
en soledades desechadas-.

Que dejemos al árbol,
al tronco y a la hoja
caer y ser,
morir de viejos.

Que dejemos al tigre y al ganado,
crujir, bramar y discutir.
Tener su propio arado.

Que no "rectifiquemos"
el curso de los ríos.

Ni nos vanagloriemos
de intoxicar de leyes
y estatutos...

Para luego dejar
toda la tierra en luto.
Que empecemos a escuchar
lo que nos canta el alma.
Y bajemos el dial
de la inconsciencia.
Que miremos de frente,
cara arriba,
sin desafiar la vida.

Que nos mojen las lluvias
de los años, sin llantos.
Y nos marquen la cara
las arrugas de risas,
en surcos de sonrisas.

Que el sueño y el ensueño
coincidan como partes
de realidad-verdad,
y no virtual.

Que el cuerpo
nos camine
al lado de las ganas,
para que se hagan siempre compañía.
Que volvamos a ser...tan sólo a secas.

Ángela Becerra